Hace muchos años el centro neurálgico de Coruña se encontraba justo aquí. Por un lado teníamos el puerto y por otro la fábrica de tabacos, principales pulmones fabriles de la ciudad.
Todas las gentes de este pilar financiero de la ciudad, regían sus vidas por las campanas del reloj de la Real Fábrica de Tabacos. Marcaba el comienzo de la jornada, el tiempo de descanso y el de retirarse a sus casas a descansar.
Todo el mundo vivía pendiente de el hasta que su «voz» se apagó al cesar la actividad de la fábrica a las siete horas y diecinueve minutos de un día del año 2002.
Un equipo de Dans Relojeros formado por Oscar Pedreira, Carlos Sánchez , Diego Sánchez, Adolfo Florez y Jacobo Sánchez se han encargado de devolver este simbólico reloj al pueblo de A Coruña para que las futuras generaciones de coruñeses puedan seguir disfrutando de su historia.
Deje sus tesoros en manos de profesionales, siempre bajo presupuesto y con 2 años de garantía.
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